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lunes, 11 de julio de 2011

HISTORIA DEL ROVERISMO Parte Octava



por: Colin Walker
Traducido por ; Sc. Julio Andrés Vargas A.D.F.
Bogotá, Colombia
Nota del Autor: Lamento la demora en esta entrega pero ya es un hecho y seguiré muy juiciosamente en el labor de contar la historia del Roverismo y de algunos de sus memorables actos de valentía y de servicio.




Zarza de Plata
Baden-Powell al principio se opuso a las insignias para los rover. Al fin al cabo no eran muchachos sino hombres hechos y derechos. Cuando se le pregunto qué cosa es lo que los rover deberían portar como símbolo de haber cumplido con las condiciones para la insignia de excursionista, que se otorgaba después de una caminata de cien millas a pie o un viaje de 400 millas en cicla o en bote soportado en un registro escrito de muy alto nivel, el Jefe sugirió que el exitoso rover podría arrancar una zarza trepadora y ponerla en su sombrero! Y por un tiempo eso fue exactamente lo que pasó. Por supuesto, el Fundador estaba en lo cierto, los hombres hechos y derechos no deberían portar insignias para mostrar sus logros. 

Zarza en tela
Pero no era este el mismo BP que sugirió a sus oficiales  que pagarles a los soldados cuando mejoraban el desempeño en tiro al blanco cuando estaba muy por debajo de lo que debía, era un desperdicio de dinero. El mismo BP que acertó y logró obtener los resultados que requería en tiro al blanco, dentro de su regimiento, al instaurar el uso de insignias para premiar a los hombres que alcanzaban el nivel requerido. Los hombres no necesitaban ni insignias, ni “ollas” (el orgulloso ganador de la Copa Kadir por la caza de cerdo con lanza) como les decía desdeñosamente BP a las copas y a los trofeos, pero los humanos si. Fue así como el pedazo de brezo o zarza dio paso, en 1923, a una réplica de plata que se llevaba en el hombro que a su turno fue reemplazada por una de tela que también se llevaba en el hombro.

Insignia de Hombro
La hombrera derecha se utilizó para llevar la insignia de proyecto entre 1953 y 1964, y esta tenía los mismos requisitos que la insignia de progresión que se entregó entre 1932 y 1953 y que después se convirtió en un cordón que llegaba al bolsillo derecho. Sin embargo la más deseable de todas las insignias era el galardón de BP, el premio mayor del roverismo que era otorgado una vez el rover recibía la insignia de excursionista, la insignia de proyecto, la estrella de servicio, que se entregaba después de cumplir seis meses de servicio en una sección diferente del movimiento, la estrella de artesano scout que se recibía después de la estrella de servicio y una vez se aprobara el curso de entrenamiento básico.

Insignia de la Reina
Pero los rover también portaban las insignias que habían ganado durante su vida en la sección scout, que eran un poco diferentes a la original. La insignia de pietierno, por ejemplo, que se utilizó antes de 1958 que tenía las palabras “Rover Scout”. La insignia de Primera Clase hecha en fieltro rojo (que se dejó de usar antes de 1930) y por supuesto la insignia Scout Del Rey agregada con las palabras “Rover Scout” cuya primera versión tenía un borde rojo. También estaban las insignias de interprete e instructor rover y por supuesto, estaban las insignias del sombrero, aquellas de la solapa y claro está el cinturón del hombre de los arbustos que era un requisito para ser un Scout del Rey y que podía portarse tal y como se había entregado.

Insignia Rover Scout del Rey
Lejos de tener menos insignias que las de los miembros de las tropas, se debe decir que un rover bien calificado tenía más insignias en su uniforme que el joven scout de entre 13 y 14 años en la búsqueda de la insignia de primera clase.

Las Rangers
Ningún artículo de roverismo debe fallar en mencionar a las Ranger, la sección equivalente en el movimiento de las Guías Scout. Ellas tenían una historia similar a la de los rover pues se formaron de la sección anterior de las guías mayores, en 1920. Para 1929 la palabra clave en ambas secciones era “Co-operación”, la señorita Phyllis Bond guía mayor de las ranger publicó un artículo en el periódico “La Guiadora” y que luego fue reproducido en la edición de Marzo de 1929  de la Gaceta del Cuartel General. La señorita Bond no anduvo por las ramas al destacar la atracción de los Rover por las Rangers e incluso fue tan lejos para mencionar que si bien algunos Rovers podrían preferir la compañía de una Ranger solitaria en un camino rural, la mayoría se sentía muy feliz de participar en actividades mixtas. Se hicieron muchas sugerencias a este propósito, desde debates conjuntos hasta el apoyo de los campamentos de verano para conseguir dinero para niños. Sin importar cuantas bromas podamos hacer hoy al respecto, se debe recordar que después de la sangrienta carnicería acontecida entre 1914 y 1918 había una verdadera escasez de jóvenes elegibles. La misma Guia Mayor comentó que había una posibilidad real que las organizaciones de mujeres jóvenes que no tenían nexos con el sexo opuesto podrían convertirse en una triste acumulación de solteronas.

No existe ninguna duda sobre los nexos establecidos los Rover y las Ranger! Esta alianza de co-operación empezó a ser reconocida como “La Agencia Matrimonial de BP” y el número de matrimonios que llevaron a dinastías y familias scout es innumerable.

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